Y que a veces nos esforzamos por ocultar y que no se nos noten las grietas: las inseguridades, las ralladas, las comidas de cabeza, los miedos… pero a lo mejor tal vez, y solo tal vez, cuando somos capaces de mostrar nuestras aristas, nuestros “fallos”, nuestros altibajos… es cuando alcanzamos la belleza máxima del que observa y el amor propio con todas las letras.
A lo mejor tú (como yo) eres de los que les enseñaron (o tuviste que aprender) a esconder y ocultar tus “desperfectos”. Y esto del kintsugi no se trata de ‘conformarse’ ni de decirte que tus ansias de “perfección” no son válidas. Solo que no son reales. Porque el fracaso, el desengaño y la pérdida te van a tocar… y hay mazo valor y belleza en esa “imperfección” bien gestionada. Tus cicatrices. bien doradas y visibles han hecho que seas quien eres hoy, forjan tu identidad y tu valor
P.D.: el blog de esta semana viene patrocinado por nuestro serum reparador nocturno WOW-YOUNG. Porque el paso del tiempo te podrá quebrar y hacer nacer una nueva versión de ti, pero no queremos que tus pequeñas líneas de expresión se interpongan en tu camino. Elimina esas primeras arruguitas con nuestro serum con retinol y péptidos .