Las edades del hombre

¿Los hombres maduramos como el vino o como aguacate fuera de nevera y al sol? ¿has notado el paso de los años poco a poco o en tu caso fue un bofetón, de repenetre, visto y no visto?  

 

Hoy, recuperando el trabajo de la escritora Tanith Carey y tirando de generalidades, genética y castigo que le hayas dado el cuerpo a parte, damos un repaso a los rasgos comunes en el proceso de envejecimiento en barrica de roble que solemos tener los hombres y que nos afectan a la felicidad, al pelo y a la cara.  

HASTA LOS 20: ADOLESCENCIA Y REVOLUCIÓN HORMONAL 

La primera pajilla cae a partir de los 12-14 (pistoletazo de salido, nunca mejor dicho) y con ello el ‘estirón’, los gallos en la voz y la pelusilla en el bigotillo. Es la etapa de despegarnos de la familia para intentar encontrar nuestra tribu.


¿Y qué mejor manera (léase con toda la ironía posible) de explorar primeras relaciones que con un poco de inseguridad de la imagen corporal provocada por el exceso de grasa en la cara con la que podrías freír calamares y espinillas del tamaño de un volcán haitiano…? El acné campa a sus anchas y el ‘es normal, ya se te pasará’ no ayuda en el momento de socialización.


Cosméticamente hablando, es también el momento de máximo apogeo del colágeno en la piel. La fábrica está a tope y tus huesos, músculos y articulaciones en constante renovación. La cara… jugosita, tersa y rebotante como un tambor de estreno y la recuperación de tus resacas y entrenos es inmediata.  

HASTA LOS 30: CUESTA ARRIBA EN LA VIDA, BAJANDO EL RITMO EN LO HORMONAL 

A partir de los 20, se reduce la velocidad de los espermatozoides y tu producción de colágeno a razón de un 1% al año (parece poco… pero ojo que año a año se acumula). Curro, estreses, ponerse ‘seriote’ en pareja…. vamos que la genética y tu estilo de vida no ayudan.  


En cualquier caso, no es un periodo que ‘nos preocupe’ porque todavía no nos lo notamos demasiado en el espejo. Allí donde las ‘mujeres’ empiezan a ver sus primeras arruguitas… los hombres todavía ni nos enteramos. De ahí que ‘pasemos’ de las cremas y, si no fuera por la dictadura de las redes…. también pasaríamos del gym porque nuestro metabolismo, aunque se vaya ralentizando… no da síntomas de agotamiento y las dos pizzas con coca-cola del viernes han desaparecido de tu cuerpo antes del lunes siguiente. 

DE LOS 30 – 40: EDAD DORADA Y PRIMER HOSTING DE REALIDAD DE LA EDAD 

Estadísticamente hablando, los hombres nos declaramos más felices a los 35-37. Se supone que es tiempo de ‘ascensos laborales’, de ver crecer y asentarse a la familia escogida, de recoger frutos de los proyectos personales y profesionales plantados en la década anterior…

 

En lo físico, cae la primera hostia de un día para otro. Los primeros ‘dolores’ de articulaciones, las primeras arrugas de un día para otro en el espejo o la caída evidente de cabello más allá de 5 pelos anecdóticos son una realidad que nos pega a TODOS.  

 

Es la época donde nos ponemos seriotes con gym, dieta, primeras cremas, … En general toca elegir un equipo: bicicleta, crossfit o running. ¿el tuyo? 

DE LOS 40 A LOS 50: ¿ESTO ERA TODO?

Con las ‘expectativas’ cumplidas de familia y puesto más alto laboral suele aparecer la pregunta catárquica: ¿esto era todo?. En esta etapa es en la que los hombres somos más infieles (a la pareja y a nosotros mismos), tenemos la llamada ‘crisis de los 40’… viajamos más a Turquía, nos damos un “retoquito” por primera vez. Lo que viene siendo pegar un volantazo ante el futuro e intentar congelar tu forma final durante una década más.

 

Las arrugas son más profundas y marcadas y se empieza a perder algo de musculatura subcutánea, con lo que te cambian un poco las facciones (a algunos se les perfilan… con lo cual ni molesta). Eso sí, atravesado el desafío ‘mental’ de esta época, llega el nirvana: 

50’S EN ADELANTE: SEGUNDA ADOLESCENCIA 

Segunda juventud, donde disfrutar más del ocio y de la vida de manera consciente. En general y a pesar de achaques y auto-cuidados constantes, los hombres nos declaramos más conscientes, agradecidos y positivos en esta edad por lo que tenemos. Valoramos lo conseguido y ocurre un segundo ‘despertar’ en lo relacional, sexual y social… pero esta vez no buscando la aprobación ajena sino la felicidad propia. Hasta que el cuerpo aguante 

CONCLUSIÓN:

Si has escuchado alguna vez lo de que los hombres somos unos eternos niñatos, estás en lo cierto. Es cuestión de que la genética y el metabolismo acompañan. Tardamos más en madurar que las mujeres, en envejecer, en ponernos con los ‘auto-cuidados’… en darnos cuenta de qué va la vida… eso y que nos gustas alargar y saborear cada uno de los niveles 😏

 

P.d: el post de esta semana viene patrocinado por un producto para todas las edades – serum Wowyoung. En tus 20 te ayuda con los granos. En los 30, con la renovación celular para que no se te acumule piel muerta, en los 40 con las arrugas y a partir de los 50… con esa cara de adolescente eterno.  

 Las edades del hombre

¿Los hombres maduramos como el vino o como aguacate fuera de nevera y al sol? ¿has notado el paso de los años poco a poco o en tu caso fue un bofetón, de repenetre, visto y no visto?  

Hoy, recuperando el trabajo de la escritora Tanith Carey y tirando de generalidades, genética y castigo que le hayas dado el cuerpo a parte, damos un repaso a los rasgos comunes en el proceso de envejecimiento en barrica de roble que solemos tener los hombres y que nos afectan a la felicidad, al pelo y a la cara.  

HASTA LOS 20:
ADOLESCENCIA Y REVOLUCIÓN HORMONAL 

La primera pajilla cae a partir de los 12-14 (pistoletazo de salido, nunca mejor dicho) y con ello el ‘estirón’, los gallos en la voz y la pelusilla en el bigotillo. Es la etapa de despegarnos de la familia para intentar encontrar nuestra tribu.


¿Y qué mejor manera (léase con toda la ironía posible) de explorar primeras relaciones que con un poco de inseguridad de la imagen corporal provocada por el exceso de grasa en la cara con la que podrías freír calamares y espinillas del tamaño de un volcán haitiano…? El acné campa a sus anchas y el ‘es normal, ya se te pasará’ no ayuda en el momento de socialización.


Cosméticamente hablando, es también el momento de máximo apogeo del colágeno en la piel. La fábrica está a tope y tus huesos, músculos y articulaciones en constante renovación. La cara… jugosita, tersa y rebotante como un tambor de estreno y la recuperación de tus resacas y entrenos es inmediata.  

HASTA LOS 30:
CUESTA ARRIBA EN LA VIDA, BAJANDO EL RITMO EN LO HORMONAL 

A partir de los 20, se reduce la velocidad de los espermatozoides y tu producción de colágeno a razón de un 1% al año (parece poco… pero ojo que año a año se acumula). Curro, estreses, ponerse ‘seriote’ en pareja…. vamos que la genética y tu estilo de vida no ayudan.  


En cualquier caso, no es un periodo que ‘nos preocupe’ porque todavía no nos lo notamos demasiado en el espejo. Allí donde las ‘mujeres’ empiezan a ver sus primeras arruguitas… los hombres todavía ni nos enteramos. De ahí que ‘pasemos’ de las cremas y, si no fuera por la dictadura de las redes…. también pasaríamos del gym porque nuestro metabolismo, aunque se vaya ralentizando… no da síntomas de agotamiento y las dos pizzas con coca-cola del viernes han desaparecido de tu cuerpo antes del lunes siguiente. 

DE LOS 30 – 40:
EDAD DORADA Y PRIMER HOSTING DE REALIDAD DE LA EDAD 

Estadísticamente hablando, los hombres nos declaramos más felices a los 35-37. Se supone que es tiempo de ‘ascensos laborales’, de ver crecer y asentarse a la familia escogida, de recoger frutos de los proyectos personales y profesionales plantados en la década anterior…

 

En lo físico, cae la primera hostia de un día para otro. Los primeros ‘dolores’ de articulaciones, las primeras arrugas de un día para otro en el espejo o la caída evidente de cabello más allá de 5 pelos anecdóticos son una realidad que nos pega a TODOS.  

 

Es la época donde nos ponemos seriotes con gym, dieta, primeras cremas, … En general toca elegir un equipo: bicicleta, crossfit o running. ¿el tuyo? 

DE LOS 40 A LOS 50:
¿ESTO ERA TODO?

Con las ‘expectativas’ cumplidas de familia y puesto más alto laboral suele aparecer la pregunta catárquica: ¿esto era todo?. En esta etapa es en la que los hombres somos más infieles (a la pareja y a nosotros mismos), tenemos la llamada ‘crisis de los 40’… viajamos más a Turquía, nos damos un “retoquito” por primera vez. Lo que viene siendo pegar un volantazo ante el futuro e intentar congelar tu forma final durante una década más.

 

Las arrugas son más profundas y marcadas y se empieza a perder algo de musculatura subcutánea, con lo que te cambian un poco las facciones (a algunos se les perfilan… con lo cual ni molesta). Eso sí, atravesado el desafío ‘mental’ de esta época, llega el nirvana: 

50’S EN ADELANTE:
SEGUNDA ADOLESCENCIA 

Segunda juventud, donde disfrutar más del ocio y de la vida de manera consciente. En general y a pesar de achaques y auto-cuidados constantes, los hombres nos declaramos más conscientes, agradecidos y positivos en esta edad por lo que tenemos. Valoramos lo conseguido y ocurre un segundo ‘despertar’ en lo relacional, sexual y social… pero esta vez no buscando la aprobación ajena sino la felicidad propia. Hasta que el cuerpo aguante 

CONCLUSIÓN:

Si has escuchado alguna vez lo de que los hombres somos unos eternos niñatos, estás en lo cierto. Es cuestión de que la genética y el metabolismo acompañan. Tardamos más en madurar que las mujeres, en envejecer, en ponernos con los ‘auto-cuidados’… en darnos cuenta de qué va la vida… eso y que nos gustas alargar y saborear cada uno de los niveles 😏

 

P.d: el post de esta semana viene patrocinado por un producto para todas las edades – serum Wowyoung. En tus 20 te ayuda con los granos. En los 30, con la renovación celular para que no se te acumule piel muerta, en los 40 con las arrugas y a partir de los 50… con esa cara de adolescente eterno.  

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