En defensa de los guilty pleasures
¡Silencio en la sala! ¿Juras decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad? Ojito a los cargos que se te acusan…
¿Es cierto que lo das T-O-D-O bailando tipo serrucho cuando suena “Sueño contigo” de Camela en la verbena de tu pueblo? 💃 ¿Es cierto que estás más enganchado a la vida de los influencers que aparecen en tu lupita de Instagram que a la tuya propia? 🔎 ¿Es cierto que te tragas las romcom navideñas como polvorones desde el 1 de noviembre?🎄
El veredicto está claro: te declaramos culpable… de los placeres culpables.
Tranqui, no hace falta que llames a un abogado (el que tengo aquí colgado) porque no venimos a juzgar a nadie.
En Siwon no hay nada que nos ponga más que un gusto inconfesable de vez en cuando… y hoy venimos a sacar nuestros guilty pleasures del armario para defenderlos a capa y espada.
En defensa de los guilty pleasures (o placeres culpables para los que no tuvieron el Magic English)
Por definición (y por traducción de Google) un guilty pleasure es literalmente un placer culpable. Es decir, son esas cositas que nos #PutoFlipan, pero que no nos atrevemos a confesar en público porque se salen de esta dictadura del buen gusto que nos ha tocado vivir.
Ya tú sabes: esas “reglas” y normas sociales que separan lo que mola de lo que no; lo que está bien posturear de lo que roza la vergüencita ajena; lo que hay que llevar como bandera o lo que mejor dejas escondido en el cajón de los gayumbos.
Pero… ¿por qué?
¿Es que tenemos que arrepentirnos de esos “pecados” y placeres que cometemos cuando nadie nos ve? ¿La cultura pop, las series, las pelis, la música o todas las movidas que nos suben la bilirrubina también deberían subirnos los colores? ¿Estamos condenados a sentirnos mal por querer sentirnos bien?
👊 NI-MI-JI-TA👊
El placer no tiene por qué ser algo de mal gusto, ni moralmente cuestionable, ni chungo para ti ni para nadie más.
Así que por muchos estereotipos, prejuicios o postureos que intenten colarnos… Que tire la primera piedra el que esté libre de guilty pleasures.
Mira y verás.
Nuestro TOP placeres culpables que (casi) todos queremos disfrutar sin culpa
1. Robar en el hotel cuando te vas de vacaciones
Toallas, jabones, las “sobras” del buffet… y básicamente todo lo que te quepa en la maleta, que para eso has pagado.
2. Sacar la tarjeta a pasear
Darte caprichitos #porquetúlovales. Comprarte la misma prenda en distintos colores porque te queda perrísima. Que tu vida parezca un anuncio de Vinted.
3. Ser cursi
En un mundo tan Élite, tú tan El Diario de Noa. Lo tuyo son las baladas, el algodón de azúcar, el llorar con las pelis de Pixar y hacer la cucharita… aunque acabe en pinchito.
4. Marujear nivel Sálvame
Stalkear a tu ex, cotillear a tus compis del curro, mirar los WhatsApps del que se sienta a tu lado en el metro… No es que te regodees en el drama ajeno… pero casi.
5. Desenmascarar al frikazo que llevas dentro
Qué gustazo echarte un LOL por los loles, reordenar tu ejército de Funko Pops y sobre todo… sacarle brillo al sable láser (😜).
6. Engancharte a la "telebasura"
Los realities más morbosos, a las novelas más dosmileras, a las series más cutres. Y ya si encima haces maratón hasta que Netflix te pregunte “¿sigues ahí?”, te ponen hasta dos rombitos.
7. Que te posea el ritmo ragatanga
¿Sabes esas canciones de las que se ríen tus colegas, mientras tú haces como que no te las pones en replay en Spotify? Márcate una coreo que ni Fama a bailar o el karaoke de tu vida… aunque desafines como un gato en celo.
8. Dejar salir el mood el F*ck Mr. Wonderful
#SinFiltros. Hatear. Soltar veneno. Cagarte en todo. Dale caña, que una vez al año no hace daño.
9. Todas esas cosas de las que tu madre no estaría orgullosa
Pega un moco debajo de la mesa, come directamente del tarro de Nutella y chupa la cuchara como si no hubiera un mañana, sal de tu kelly en modo comando…
10. Y lo que surja
Porque hay taaantas cositas que no vamos a contar en esta lista (que para eso son placeres inconfesables), que nos vamos a quedar con lo importante. Y es que aquí ni culpables ni inocentes: disfrutones.
Así que…
- Si se te van las horas viendo teorías conspiranoicas en YouTube…
- Si te tiemblan las piernas cuando retumba “Pobre Diabla” de Don Omar…
- Si te sabes la línea de la vida de las Kardashian de memoria (y con orgullo)…
Gózatelo a los cuatro vientos o de puertas para dentro, pero gózatelo con mente sucia y conciencia limpia sabiendo que nuestros canalleos inconfesables no están reñidos con hacer las cosas bien.
PD: Y si quieres darle rienda suelta a lo del placer (sin que te echen en cara lo culpable)…
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We do cool right,
Siwon